Hace unos días me encontré con la noticia que un grupo de músicos italianos está trabajando por recuperar y hacer música documentos dejados por prisioneros de los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Se han ya recuperado miles de piezas históricas, entre garabatos en hojas de diario, páginas sueltas o incluso en papel sanitario. La idea es darles vida a estos olvidados vestigios del sufrimiento de los prisioneros pero de también las múltiples formas que tiene el alma humana para no perecer tanto física como mentalmente, como era el deseo de la maquinaria mortuaria del Nacional Socialismo.
El pianista italiano Francesco Lotoro ha recorrido el mundo durante 15 años, recopilando material en museos, archivos y tiendas de antigüedades. También se instruyó con enrriquecedoras conversaciones con sobrevivientes del Holocausto y con familiares de los tantos desaparecidos.
Ya ha hecho arreglos y grabaciones de muchas de estas piezas en la producción de 32 discos, 5 de los cuales ya han sido editados. Ha recibido ya la colaboración de varios músicos y cantantes de su natal Barletta y de poblaciones sureñas de la Bota Itálica, quienes dedican sus domingos en concretar la ambición de Lotoro.
Esta muestra musical se inaugurará en septiembre en la Tercera Universidad de Roma, ofreciendo a los eruditos un repertorio de 4.000 documentos y 13.000 microfichas, que incluyen partituras, letras, gráficos y fotografías.
Cuenta Lotoro que no es sólo un asunto de encontrar una obra, sino de armarla, pues muchas se encuentran fragmentadas, ya que fueron escritas en forma clandestina o a toda prisa.
Quisiera escuchar música sobre eso ... me demuestra que siempre hay una forma de ver el lado positivo en todo ... incluso en el período más negro y inhumano de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario