viernes, 15 de junio de 2007

One last Goodbye

Sus problemas para caminar hacían que sólo pudiese estar espiritualmente con su amiga, aquella con quién no dejó de tener contacto durante 20 años, aquella mujer que tomaba sus manos y que la llenaba de abrazos y de "te quiero, amiga".
De seguro, su amiga entendería que físicamente no podía estar con ella, pero que mentalmente, espiritualmente, nunca la abandonó, nunca se paró del lado del que sería su lecho de muerte. En cada inyección de morfina, estaba ahí, sujetándole ahora ella la mano a la que sufría; reforzándole su amistad, aquella, la más pura y la única para la sana.
Ya le decían que le quedaban pocos días, que su cuerpo estaba siendo forzado a sobrevivir. Entonces, y muy a pesar de sus impedimentos físicos, la mujer reunió todas sus fuerzas para ir a despedirse por última vez de su querida comadre. En eso se encontraba esta mañana, cuando suena el teléfono y le dicen que ya los había abandonado, que su cuerpo no resistió más el cáncer.
Quédase ensimismada durante toda esa mañana. Y muy a pesar de sus problemas para caminar, logra ir a verla a la Iglesia, ir a despedirse,de cualquier manera, de su amiga, tal como había planeado el día anterior.
El cajón estaba cerrado y sobre éste, yacía una foto de la pobre mujer. Se comenta que sus últimos días fueron visualmente perturbadores, pues más que viva, parecía ya muerta. Fue una suerte para la amiga no ver a la otra en sus últimos momentos.
Pero hay algo que retumba aún en sus oídos, y que traen una sonrisa a la que perdió a su amiga : la promesa que le hizo ésta cuando todavía no empeoraba dentro de su diagnóstico de cáncer.

"Nos vamos a juntar para jugar con los conejitos blancos ..."

sábado, 9 de junio de 2007

nunca faltan

Siento que tengo tantas cosas por las cuales estar llorando en estos momentos. Pero por cuál comenzar a llorar?
Por Day after Yesterday? Por "Jugo de Luna"? Por mi misma?
Me parece que la última es la más digna razón por la cuál llorar.

Motivos nunca faltan, es más, sobran, y a mí, por montones. Pero lo que realmente me falta es ser sincera y permitirme llorar.
En mi caso, la careta de "bienestar" es más fuerte que mi propia catarsis.
Qué pena, no?